Entre el 6 y el 30 de julio, en pleno invierno boliviano, Scouts de Madrid – MSC ha vivido su segunda experiencia de hermanamiento con los Scouts de La Paz.
Dos grupos de Rovers, uno del Grupo Scout Claret y el otro, del San Jorge. Un total de siete participantes con sus animadores, además de Adela como representante del Equipo de País de la asociación, viajaron a Bolivia.
Ya allí, todos ellos junto con los scouts bolivianos funcionaron como un único Clan. Cada uno en la casa de un boliviano, cómo uno más.
Los españoles conocieron y los bolivianos recordaron los orígenes de la cultura del país en La Isla del Sol o en Tiwanaku, anduvieron a 5400 metros en el Takesi, disfrutaron de la compañía de niños discapacitados en el Centro Idai, participaron en actividades con las unidades de los grupos de allí, entre otras muchas vivencias.
Y como Rutas que son, desarrollaron durante 11 días la actividad principal de este viaje, una acción de rehabilitación de una escuela en Juan del Valle. Convivieron con la comunidad, a la vez que lijaban bancos, mesas y paredes; estucaban, pintaban o ponían mosquiteras en las ventanas. Al final de mucho esfuerzo, la mejor recompensa: la sonrisa y agradecimiento de todos los niños que allí impartían sus clases.
Una experiencia de servicio y de convivencia en un año, que el Centenario nos ha recordado que somos muchos, de países diferentes como Bolivia o España, pero todos con el mismo espíritu scout.
Se cierra este segundo capítulo y continúa el hermanamiento. Ahora quedan muchas páginas que escribir de esta amistad entre Scouts de La Paz y Scouts de Madrid.
Articulo enviado por
Myriam González de Prado
animadora del G. S. San Jorge